Música
Con una destacada mezcla de lírica y modernidad, el contratenor austriaco Johannes Pietsch, conocido como JJ, conquistó la madrugada del domingo el certamen de Eurovisión 2025 con su tema Wasted Love, que acumuló 436 puntos tras combinar tonos operísticos con ritmos contemporáneos. A sus 24 años, el cantante llevó a Austria a su primera victoria en el concurso desde el triunfo de Conchita Wurst hace más de una década.
Sin embargo, la edición de este año quedó marcada por una notable controversia debido a la participación de Israel, representado por Yuval Raphael y su canción New Day Will Rise (Un día nuevo se levantará). La interpretación buscó transmitir un mensaje universal de esperanza y solidaridad en un contexto de tensión geopolítica, pero sus letras y puesta en escena generaron divisiones en la audiencia y provocaron reacciones encontradas en el público presente.
La canción, con toques de cuerdas tradicionales de Medio Oriente y una puesta en escena elegante, invitaba a no llorar solo en medio del sufrimiento y prometía un futuro mejor. Sin embargo, esta propuesta fue interpretada por algunos como un intento de “lavado de imagen” frente a la difícil situación humanitaria en Gaza, donde se reportan múltiples víctimas civiles.
Martin Green, director del festival, reconoció la complejidad del momento y calificó la recepción mixta —una mezcla de vítores y abucheos durante la presentación de Israel— como un reflejo del contexto internacional: “Comenzamos este evento con la esperanza de restaurar la unidad y la solidaridad en un mundo complicado”, declaró visiblemente conmovido.
En este marco, la televisión pública española RTVE desafió públicamente al organismo rector del festival, que le había advertido sobre evitar referencias directas al conflicto de Gaza bajo amenaza de sanciones. Antes de la transmisión de la final, RTVE emitió un mensaje bilingüe que decía: “Frente a los derechos humanos, el silencio no es una opción. Paz y justicia para Palestina.”
Aunque las manifestaciones masivas contra la guerra en Gaza no replicaron el volumen de protestas visto en la edición anterior celebrada en Malmö, Suecia, se reportaron incidentes aislados en Basilea. Un grupo de manifestantes propalestinos fue dispersado por la policía con gas pimienta en las inmediaciones del recinto del festival, sin que se registraran mayores altercados.
La ceremonia, seguida por cerca de 160 millones de espectadores en Europa y otras regiones, celebró la diversidad musical del continente con 26 finalistas que desplegaron un abanico de géneros, desde baladas portuguesas y rock alternativo lituano hasta folk coral letón y ritmos alemanes estruendosos.
Suecia, considerada la favorita con el trío cómico KAJ y su canción homenaje a las saunas, terminó en cuarto lugar, superada también por Italia, Grecia y Francia.
Finalmente, JJ agradeció el apoyo europeo con un mensaje contundente: “Gracias a ti, Europa, por hacer mis sueños realidad. El amor es la fuerza más poderosa del mundo. Difundamos más amor.” Su interpretación, filmada en blanco y negro y en formato 4:3, sorprendió al público y a los expertos por su fusión innovadora y emotiva, posicionando a Austria como protagonista indiscutible de esta edición del histórico certamen.
Fuente: La Jornada