Nuevo León
El alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza Santos, celebró la reactivación de la Mesa de Coordinación Metropolitana (MCM) tras dos años de inactividad, y enfatizó la necesidad de consolidar una agenda con enfoque municipalista para abordar problemas locales prioritarios como seguridad, contaminación, movilidad, así como servicios básicos de agua y drenaje.
Aunque el edil no asistió a la primera sesión por compromisos previos, aseguró estar en comunicación directa con el alcalde de Escobedo, Andrés Mijes, quien actualmente coordina la mesa metropolitana.
En entrevista, De la Garza Santos destacó que los municipios frecuentemente enfrentan responsabilidades que corresponden a otros niveles de gobierno, situación que debe modificarse a través de esta plataforma de coordinación.
“Los municipios atendemos muchas veces obligaciones federales y estatales que no nos corresponden, pero que tenemos que asumir porque la ciudadanía exige solución inmediata. Por ello, la importancia de que la Mesa de Coordinación Metropolitana retome una agenda municipalista, que permita identificar problemáticas específicas y proponer soluciones concretas que beneficien a los municipios y a la población”, señaló.
Sobre la preocupación expresada por el alcalde de San Pedro Garza García, Mauricio Fernández, respecto a la demora en la firma estatal para liberar recursos para la interconexión con Monterrey, De la Garza mostró confianza en que el documento se encuentra próximo a ser formalizado.
“El acuerdo ya está en la oficina del gobernador y, según lo platicado con Mauricio Fernández, está en espera de la firma. El gobernador ha manifestado su disposición para formalizarlo en breve”, indicó.
El alcalde también mencionó que existen proyectos pendientes relevantes para la zona metropolitana, especialmente en materia de agua potable y drenaje.
En paralelo, Monterrey relanzó el programa “Transformando Monterrey” en la colonia Independencia, con el objetivo de intervenir 14,000 viviendas en toda la ciudad, priorizando zonas vulnerables con un ritmo aproximado de 250 casas por semana.
Este programa va más allá de la simple pintura de fachadas, pues incluye la rehabilitación del alumbrado público, mejora en la recolección de basura, recuperación de parques y plazas, así como atención integral a las necesidades sociales y médicas de los vecinos, como entrega de sillas de ruedas, apoyos alimentarios, asesoría médica y jurídica.
“El registro de cada vivienda contempla el color de pintura seleccionado, el nombre del beneficiario y un diagnóstico de sus necesidades. Cuando los equipos municipales visitan los domicilios, se realiza un diagnóstico más amplio para atender cualquier requerimiento social o de salud, buscando transformar integralmente la comunidad”, explicó De la Garza.
Los vecinos podrán elegir entre una paleta de colores que incluye verde, rosa, azul y morado para revitalizar visualmente sus hogares. Además, el programa contempla intervenciones artísticas en escalinatas y el desarrollo del “proyecto de los azulejos”, una iniciativa que busca posicionar la colonia como un atractivo turístico y fomentar la cohesión social.
“También estamos trabajando con líderes comunitarios y organizaciones locales para fortalecer la convivencia y crear un sentido de comunidad más estrecho y activo”, añadió.
La inversión inicial destinada a pintura asciende a 50 millones de pesos, con recursos adicionales destinados a las mejoras complementarias.
Fuente: Milenio
