Después de 37 años al mando de la edición estadounidense de Vogue, Anna Wintour, una de las figuras más influyentes en el periodismo de moda, ha anunciado su salida del cargo como directora de la publicación. La noticia fue comunicada internamente el 25 de junio y confirmada posteriormente por medios especializados, como Women’s Wear Daily (WWD).
Aunque Wintour abandona la dirección de Vogue EE. UU., mantendrá un rol clave dentro del grupo editorial Condé Nast. Continuará como directora global de contenidos y directora editorial de todas las ediciones internacionales de Vogue, además de conservar su cargo como directora artística del conglomerado, con la excepción de The New Yorker.
En un comunicado, la propia Wintour destacó su interés en impulsar nuevas generaciones de líderes editoriales: “Mi mayor satisfacción es apoyar a la próxima generación de editores apasionados que aporten ideas frescas y una visión innovadora para transformar la industria de medios. Esa es la persona que necesitamos ahora para dirigir Vogue en Estados Unidos.”
Su trayectoria en Vogue comenzó en 1988, cuando asumió la dirección de la edición estadounidense tras liderar la edición británica y ejercer como directora creativa. Su llegada marcó un cambio significativo en la revista, evidenciado en su primera portada con la modelo Michaela Bercu, que apostó por un estilo más simple y rompió con las convenciones establecidas. Posteriormente, Wintour innovó con portadas protagonizadas por figuras como Madonna en 1989, introduciendo a celebridades en el ámbito editorial de moda, y en 1992 incluyendo por primera vez a un hombre, Richard Gere, en la portada junto a Cindy Crawford.
Durante su gestión, Vogue se consolidó como referente en tendencias y cultura, con ediciones como el emblemático número de septiembre, considerado un manual imprescindible para la industria. Además, Wintour ha sido reconocida por su capacidad para identificar y reflejar en sus portadas a quienes definen la cultura contemporánea, como se evidenció en la polémica portada de Kim Kardashian y Kanye West en 2014.
Fuera del mundo editorial, Wintour ha tenido un papel determinante en la consolidación de la Gala del Museo Metropolitano de Nueva York (Met Gala), evento benéfico y de alto impacto en la moda, donde ejerce como presidenta del comité del Costume Institute desde 1995.
Su figura ha trascendido la industria editorial y la moda, sirviendo de inspiración para la novela y película El diablo viste de Prada, así como para la puesta en escena teatral basada en su persona.
Con este movimiento, Vogue EE. UU. inicia una nueva etapa en la búsqueda de un liderazgo que continúe la transformación y adaptación de la revista a las exigencias actuales del mercado y la cultura global.
Fuente: El País
