EE.UU. anuncia prohibiciones a importaciones de vehículos conectados de China y Rusia por seguridad nacional

Redacción

 

Mosaico

El gobierno de Estados Unidos ha anunciado este lunes su intención de prohibir las importaciones de vehículos “conectados” que contengan software y hardware procedente de China y Rusia. Esta medida marcaría la primera vez que Estados Unidos impone restricciones generales a la importación de automóviles, justificando la decisión como una forma de salvaguardar la seguridad nacional y evitar el mal uso de tecnologías sensibles.

Gina Raimondo, secretaria de Comercio, hizo el anuncio en un contexto marcado por la creciente guerra comercial y tecnológica entre Estados Unidos y China. “Los automóviles modernos están equipados con cámaras, micrófonos, sistemas de GPS y otras tecnologías conectadas a Internet”, afirmó Raimondo. “No es difícil imaginar cómo un adversario extranjero que tenga acceso a esta información podría representar un serio riesgo tanto para nuestra seguridad nacional como para la privacidad de los ciudadanos estadounidenses”.

Según la propuesta, las restricciones se aplicarían al software de los vehículos a partir de los modelos de 2027 y al hardware a partir de los de 2030. Entre enero y julio de 2024, las importaciones de automóviles desde China alcanzaron un valor de 1.574 millones de dólares, lo que representa un incremento del 41.5% en comparación con el año anterior. Las compras desde Rusia son prácticamente inexistentes.

En febrero de 2024, el Departamento de Comercio de Estados Unidos inició una investigación sobre las posibles amenazas a la seguridad nacional dentro de la cadena de suministro de vehículos conectados. “Esto no se trata de comercio ni de ventajas económicas”, subrayó Raimondo al explicar la propuesta de bloqueo.

El gobierno chino reaccionó rápidamente al anuncio, afirmando que se opone a la ampliación del concepto de seguridad nacional por parte de Estados Unidos y a las acciones discriminatorias contra empresas y productos chinos, según un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.

México podría verse afectado indirectamente por esta medida, dado que es el principal proveedor de automóviles para Estados Unidos, con exportaciones que alcanzaron los 27,555 millones de dólares en los primeros siete meses de 2024, un aumento del 14.2% interanual. Además, la medida puede tener implicaciones en la próxima revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), programada para 2026, donde se abordarán posibles ajustes a las reglas de origen del sector automotriz.

Alejandro Gómez Strozzi, socio de la consultoría Foley Arena, ha señalado que la guerra comercial entre Estados Unidos y China está trascendiendo las regulaciones relacionadas con el intercambio de productos y sus reglas de origen. “Es crucial no solo observar dónde se produce la tecnología, sino quién la controla, ya que esto podría influir en la exportación hacia Estados Unidos”, enfatizó Gómez Strozzi en declaraciones previas a El Economista.

En febrero, Raimondo destacó que “no hace falta mucha imaginación para pensar cómo un gobierno extranjero con acceso a vehículos conectados podría suponer un grave riesgo para la seguridad nacional y la privacidad de los ciudadanos”.

Fuente: El Economista