Política
Dicen que cuando el pueblo se transforma, ya nada lo detiene. Y así lo han visto muchos rinconcitos de México y Papantla no es la excepción, donde ese cambio —sí, ese que nació de la mano de millones— se mantiene firme, sin violencia y con la convicción de que el bienestar es derecho de todos.
Desde mejorar caminos y llevar apoyos directos a quienes más lo necesitan, hasta rescatar la dignidad de las comunidades indígenas, la 4T ha puesto manos a la obra para que en cada municipio se respire justicia y progreso. No hace falta andar con discursos rimbombantes: basta ver cómo los adultos mayores reciben su pensión puntualmente, cómo se levantan escuelas dignas y cómo se impulsa a la juventud para que estudie sin miedo al futuro, como se impulsa la cultura y turismo para beneficio de los habitantes.
Como bien dijo en su momento quien encendió esta llama: la violencia no destruye el régimen autoritario, lo perpetúa. Por eso, el Movimiento camina con la frente en alto, demostrando que la organización, la honestidad y la esperanza son más poderosas que cualquier amenaza o campaña de miedo.
Hoy Papantla es ejemplo de que cuando el pueblo se transforma, las obras se ven y se sienten. Que se escuche a los cuatro vientos: la 4T llegó para seguir construyendo paz, bienestar y felicidad para todos.