Play
Una tragedia aérea sacudió a India este jueves, cuando el vuelo 171 de Air India, con destino a Londres Gatwick, se estrelló pocos minutos después de despegar del aeropuerto de Ahmedabad. A bordo viajaban 242 personas. Solo una sobrevivió.
El Boeing 787-8 Dreamliner despegó a la 1:38 p.m. hora local. Cinco minutos más tarde, perdió el control y cayó en picada sobre una zona densamente poblada, impactando directamente contra el comedor del B.J. Medical College. El saldo fue devastador: más de 240 muertos entre pasajeros, tripulantes y personas en tierra.
Un video verificado por la agencia AP muestra los segundos finales del vuelo: el avión descendía con el morro elevado, en una aparente pérdida de sustentación, antes de explotar en una bola de fuego. No se detectaron llamas ni humo previo al impacto, lo que refuerza la teoría de una posible falla técnica súbita.
Investigadores internacionales ya analizan varias hipótesis. Jeff Guzzetti, exfuncionario de la FAA, sugirió una posible doble falla de motores, quizá provocada por formación de hielo en el combustible. “Es muy raro, pero no imposible”, explicó. Por su parte, el experto John M. Cox indicó que una configuración inadecuada de los flaps podría haber impedido que la aeronave generara suficiente sustentación tras el despegue.
Además del desastre aéreo, el impacto en tierra causó víctimas adicionales: al menos cinco estudiantes de medicina murieron en el comedor del hospital universitario y medio centenar de personas resultaron heridas, muchas de ellas en estado crítico. Equipos del ejército indio acudieron al lugar para asistir en las labores de rescate.
Entre los pasajeros fallecidos se encontraba Vijay Rupani, ex jefe de ministros del estado de Gujarat. También iban a bordo 53 ciudadanos británicos, así como pasajeros portugueses y canadienses. El aeropuerto de Gatwick habilitó un centro de apoyo para las familias, mientras que el Reino Unido envió un equipo técnico a India para colaborar en la investigación.
Las reacciones no se hicieron esperar. El primer ministro indio, Narendra Modi, calificó el hecho como “una tragedia inimaginable”. Desde Londres, Keir Starmer expresó su “profundo pesar”, mientras que los reyes Carlos III y Camila compartieron un mensaje de condolencia. Incluso Pakistán, en un gesto inusual, emitió un comunicado oficial de solidaridad.
Este es el primer accidente fatal que involucra a un Boeing 787-8 Dreamliner, un modelo en servicio desde 2009. La aeronave, reconocida por su eficiencia y diseño avanzado, había mantenido hasta ahora un historial sin víctimas mortales.
El accidente también sacude la imagen de Air India, privatizada recientemente por el conglomerado Tata Sons. La aerolínea se encontraba en plena etapa de modernización y renovación de su flota. Ahora, queda bajo la lupa de la comunidad internacional.
Fuente: Infobae
