El negacionismo climático y la inacción política agravan una crisis sanitaria global, alerta The Lancet
Mosaico
El aumento de los discursos negacionistas y la retirada de políticas contra el cambio climático están poniendo en riesgo la salud y la vida de millones de personas en todo el planeta. Así lo advierte el noveno informe Lancet Countdown, que documenta el vínculo entre el calentamiento global y la salud pública a través de 20 indicadores, 13 de los cuales alcanzaron niveles récord en su edición de 2025.
El estudio —elaborado por 128 especialistas de 71 instituciones académicas y agencias de Naciones Unidas— alerta sobre el debilitamiento de los compromisos internacionales adquiridos tras el Acuerdo de París. “Paradójicamente, cuando más se necesitan decisiones firmes para proteger la salud, algunos líderes ignoran la evidencia científica y priorizan intereses económicos a corto plazo”, señala el documento.
Retroceso político y expansión del negacionismo
El informe destaca la reducción del protagonismo del cambio climático en la agenda política mundial. Las menciones al tema en los discursos de los gobiernos ante la ONU cayeron del 62% en 2021 al 30% en 2024. Entre los países señalados, el reporte cita a Estados Unidos, donde la administración de Donald Trump abandonó nuevamente el Acuerdo de París y desmanteló programas de investigación ambiental, así como a Argentina y Hungría, que han adoptado posturas de obstrucción similares.
“Estamos profundamente preocupados desde una perspectiva científica”, afirmó Marina Romanello, directora ejecutiva de Lancet Countdown y académica del University College London. “Los datos son claros, pero las políticas no reflejan la urgencia de la evidencia”.
La industria fósil avanza y la banca la respalda
El debilitamiento político se traduce en un fortalecimiento del sector de los combustibles fósiles. Según el informe, las 100 principales empresas petroleras y gasíferas del mundo planean producir en 2040 un 189% por encima del nivel compatible con un calentamiento de 1,5 °C, cifra mayor al 183% registrado en 2024.
Asimismo, la financiación privada hacia actividades fósiles aumentó un 29% en 2024, alcanzando los 611.000 millones de dólares, cifra que supera en un 15% los préstamos destinados al sector verde.
Consecuencias sanitarias crecientes
La inacción tiene consecuencias medibles: las muertes vinculadas al calor extremo crecieron un 23% desde los años noventa, alcanzando una media anual de 546.000 fallecimientos entre 2012 y 2021. En España, la cifra asciende a 5.800 muertes anuales, el doble que hace tres décadas.
Además, la contaminación del aire por incendios forestales provocó en 2024 unas 154.000 muertes, mil de ellas en territorio español. El potencial de transmisión de enfermedades tropicales como el dengue también aumentó casi un 50% desde la década de 1950.
El documento recuerda que 2,5 millones de personas mueren cada año por contaminación atribuible a la quema de combustibles fósiles, incluyendo 22.000 en España. Pese a ello, los gobiernos destinaron 956.000 millones de dólares en subsidios a petróleo, gas y carbón en 2023; en España, el monto alcanzó 6.810 millones de dólares.
Un llamado a la acción
“El retroceso en la acción climática amenaza con condenar a millones de personas a un futuro de enfermedades y muertes prematuras”, subrayan los autores. Para revertir la tendencia, reclaman una respuesta coordinada de la comunidad científica, los medios, los líderes mundiales y las plataformas digitales frente a la desinformación y el auge del populismo anticientífico.
Romanello concluye con una advertencia y una esperanza: “El retroceso de los compromisos de gobiernos y corporaciones pone en riesgo la salud y la supervivencia humanas. Pero las comunidades locales están reaccionando; ellas son hoy el principal foco de resiliencia frente a la crisis climática”.
Fuente: El País


