La segunda temporada de The Last of Us concluyó dejando una mezcla de emociones entre los espectadores, quienes se enfrentaron a un final cargado de tensión y revelaciones significativas. Advertencia: esta nota contiene spoilers.
El episodio siete, estrenado el domingo por HBO, confirmó una teoría ampliamente discutida entre los fans: la temporada culminaría con el esperado enfrentamiento directo entre Ellie y Abby en el teatro abandonado, recreando fielmente un momento crucial del videojuego The Last of Us Part II, desarrollado por Naughty Dog.
La trama retoma con Ellie (Bella Ramsey) regresando al teatro donde Jesse (Young Mazino) acaba de extraer, de forma explícita, la flecha que hirió a Dina (Isabela Merced). A pesar de la gravedad de la herida, Dina permanece con vida y su embarazo no corre peligro.
En un momento clave, Ellie confiesa a Dina que torturó a Nora (Tati Gabrielle) para obtener información sobre Abby (Kaitlyn Dever). La confesión revela un punto oscuro en la narrativa, pero Nora accedió a dar pistas que serán determinantes en el desarrollo de la historia.
Dina, preocupada, insiste en que Ellie regrese con ella a casa, pero Ellie, firme en su propósito, decide cerrar pendientes antes de abandonar Seattle.
Antes de partir, Ellie y Jesse buscan a Tommy (Gabriel Luna). Durante el trayecto, Ellie revela involuntariamente el embarazo de Dina a Jesse, lo que genera un ambiente de tensión creciente entre ellos. Jesse reprocha a Ellie por sus decisiones impulsivas y egoístas, recordándole su voto en contra de la expedición de venganza tras la muerte de Joel. Dolida, Ellie se distancia.
Un detalle crucial emerge cuando Ellie recuerda palabras claves como “ballena” y “rueda”, que la llevan a descubrir el escondite de Abby en un acuario —un lugar identificado por una ballena pintada en la fachada y una rueda de la fortuna cercana— donde finalmente decide dirigirse.
En el camino, Ellie es detenida brevemente por los Serafitas, quienes finalmente la liberan al considerar su conflicto con el Frente de Liberación de Washington (WLF) como prioritario.
Paralelamente, se revela que Abby es vista por Isaac (Jeffrey Wright) como la sucesora natural en el liderazgo del WLF, lo que amplifica la importancia de su figura en el conflicto.
En el acuario, Ellie confronta a Mel (Ariela Barer) y Owen (Spencer Lord), aliados de Abby. En un enfrentamiento violento, Ellie mata a ambos en defensa propia, sin saber que Mel también estaba embarazada, lo que añade una carga emocional intensa para la protagonista.
Jesse y Tommy, conscientes del destino de Ellie, llegan al acuario, pero finalmente deciden regresar al teatro para rescatar a Dina y escapar de Seattle. Sin embargo, la operación fracasa: Tommy resulta herido, Jesse muere trágicamente, y Ellie y Abby se encuentran cara a cara.
El cierre de la temporada está marcado por una escena llena de carga emocional donde Ellie confronta a Abby, diciéndole: “Sé por qué mataste a Joel. Él hizo lo que hizo para salvarme. Soy a quien quieres. Déjalo ir”.
Con un arma apuntando a Tommy, Abby escucha a Ellie, y la escena termina abruptamente, dejando en suspenso si Abby decide disparar o no.
Este desenlace confirma la teoría que circulaba entre los seguidores: la próxima temporada tendrá un enfoque más profundo en la perspectiva de Abby. Esta hipótesis se fortalece con declaraciones del guionista Craig Mazin y de Bella Ramsey, quienes han sugerido en entrevistas que Ellie tendrá un papel menos central en la temporada 3.
El final abierto y la confirmación de estas teorías apuntan a un giro narrativo que promete mantener la atención y expectativas de la audiencia en la continuación de esta serie emblemática.
Fuente: Infobae
