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En entrevista con Nuevo Sonora, Miguel Ángel Fierros, aspirante a magistrado del recién creado Tribunal de Disciplina Judicial, destacó la importancia de este nuevo órgano como una herramienta clave para fortalecer la rendición de cuentas y acercar el Poder Judicial a la ciudadanía.
El tribunal, establecido a partir de la reforma al artículo 118 de la Constitución local, estará conformado por cinco magistraturas —tres mujeres y dos hombres— que ejercerán su cargo durante seis años sin posibilidad de reelección. Sus funciones principales serán investigar y sancionar faltas cometidas por servidores públicos del ámbito judicial, así como evaluar el desempeño de jueces, juezas y magistrados.
Fierros, originario de Agua Prieta, Sonora, relató su trayectoria de 15 años en el Poder Judicial, desde sus inicios como meritorio hasta su actual cargo como juez familiar en Hermosillo, tras haber pasado por juzgados civiles y penales. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Sonora, con una maestría en juicios orales y diversas especializaciones dentro del sistema judicial.
Durante la conversación, el aspirante resaltó que la reforma abre un camino hacia un modelo judicial más transparente y participativo, al combinar perfiles con experiencia técnica y un enfoque social. “Esta transformación debe ser vista como una oportunidad para reconectar el Poder Judicial con la gente. El tribunal no solo debe vigilar, sino también vincular a la ciudadanía con el sistema de justicia”, afirmó.
Asimismo, Fierros reconoció que, pese a los avances en materia judicial desde 1994, las reformas aún no logran una conexión real entre la sociedad y el poder que imparte justicia. Señaló que más que buscar culpables por esa desconexión, se deben generar soluciones, siendo el Tribunal de Disciplina Judicial una de ellas.
“La sociedad exige cercanía, exige respuestas. El nuevo tribunal puede convertirse en ese canal de confianza entre el ciudadano y la justicia”, concluyó.México