En Estados Unidos, el activismo cultural y digital en defensa de los derechos migrantes ha cobrado un nuevo impulso. Más allá de las tradicionales protestas en las calles, artistas y creadores latinos están utilizando plataformas digitales para denunciar las prácticas agresivas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y exigir un trato justo para la comunidad migrante.
El detonante reciente fue un video difundido por el cantante puertorriqueño Bad Bunny, quien compartió en sus redes sociales una grabación que exhibe la detención de personas por agentes de ICE. Con un mensaje claro y contundente, el artista logró captar la atención de millones, evidenciando el impacto de las redes sociales como canal de movilización.
No obstante, Bad Bunny no está solo en esta causa. La actriz mexicana Kate del Castillo hizo un llamado a la comunidad migrante para organizarse de forma pacífica y mantenerse unida frente a discursos que buscan dividir y estigmatizar. “Nos están señalando y culpando desde el poder con mensajes que incitan al odio”, afirmó Del Castillo, instando a la resistencia sin caer en provocaciones.
Eva Longoria, actriz y productora con raíces mexico-estadounidenses, también expresó su rechazo a la criminalización de las personas migrantes a través de sus redes sociales. “Estas redadas ocurren en contextos cotidianos —fiestas, graduaciones, tiendas— y las personas afectadas no son criminales, sino pilares fundamentales de nuestras comunidades”, señaló Longoria, subrayando la importancia de la empatía y reconocimiento.
Por su parte, Jaime Jarrín, legendaria voz latina del béisbol en Los Ángeles, resaltó su experiencia como inmigrante y la necesidad de unidad frente a la creciente división social. “Ver cómo se fractura nuestra comunidad me duele profundamente. Todos merecemos dignidad y respeto”, manifestó, apoyando las manifestaciones pacíficas y el ejercicio del derecho a la voz pública.
Este activismo se extiende al ámbito digital, donde influencers y creadores latinos han convertido sus plataformas en espacios de denuncia y solidaridad. Bajo la dirección del mexicoamericano Jay González, se producen contenidos audiovisuales que evocan la memoria migrante, el orgullo cultural y la lucha por los derechos humanos. Entre ellos, destaca la difusión de un clip compartido por el actor Pedro Pascal, que ha alcanzado gran alcance en redes sociales.
La comunidad migrante también utiliza TikTok e Instagram para organizar campañas de apoyo, compartir recursos legales y estrategias de autocuidado, consolidando el hashtag #PeopleOverPapers como un símbolo de resistencia y unidad.
En un contexto de creciente criminalización de la migración, estas expresiones artísticas y digitales representan una respuesta firme basada en la experiencia y la convicción. Desde mensajes breves hasta movilizaciones masivas, el consenso es ineludible: migrar no es un delito, es un derecho humano fundamental.
Fuente: El País
