Música
El segundo álbum de Benson Boone, American Heart, lanzado el 20 de junio, ha generado una reacción polarizada entre los críticos musicales. Mientras algunos medios expresan rechazo con tintes condescendientes, el público mantiene un interés creciente que lo posiciona como una de las figuras emergentes más relevantes del pop estadounidense.
Reseñas como la de NME califican a Boone como “una versión low cost de Harry Styles”, llegando a señalar que el álbum provoca frustración al escucharlo. Pitchfork considera que su música representa “una especie invasora en el jardín del buen gusto”, destacando además que el disco es “afortunadamente breve”. Rolling Stone otorga solo dos estrellas de cinco, criticando el glam-pop y la imitación de estilos ochenteros. Incluso el podcast Switched on Pop ha definido su ascenso como un fenómeno rodeado de polémica, anunciando que “el odio ha vuelto al pop”.
Sin embargo, la controversia no ha detenido su éxito comercial. Benson Boone ocupa actualmente el segundo lugar en ventas en Estados Unidos, solo por detrás del artista country Morgan Wallen. Además, esta semana se presentará en el festival Mad Cool de Madrid, consolidando su crecimiento en escenarios internacionales.
Un perfil detallado en The New York Times destaca su rol como una de las pocas figuras masculinas emergentes en un mercado dominado por mujeres en el pop, con artistas como Taylor Swift, Olivia Rodrigo y Karol G. Boone, de 23 años y originario de Washington, combina una imagen escénica que recuerda a Freddie Mercury con una voz dramática, ideal para formatos como Eurovisión o programas de talentos.
Su camino a la fama es atípico: tras participar en American Idol, decidió no continuar, prefiriendo apostar por TikTok, donde ganó popularidad viral gracias a su estilo vocal. Su sencillo de 2024, Beautiful Things, refleja un perfil personal conservador, destacando valores familiares y una narrativa de amor ingenuo, apoyada en arreglos que remiten al glam-rock clásico.
El reconocimiento llegó cuando Taylor Swift lo invitó a abrir fechas selectas de su Eras Tour, incluida la icónica Wembley Arena. En febrero de 2025, su actuación en la ceremonia de los Grammy, que combinó esmoquin con un llamativo mono azul y acrobacias escénicas, disparó su visibilidad mediática y viralidad.
La portada de American Heart, con Boone posando semi-desnudo y cubierto parcialmente por una bandera estadounidense manchada, ha sido interpretada como un sutil guiño a símbolos culturales como Born in the U.S.A. de Bruce Springsteen, evidenciando un manejo estratégico de la imagen en el contexto político actual.
Musicalmente, el disco ofrece un pop-rock con claras influencias ochenteras, evocando a Queen, Springsteen y The Killers, con momentos de pulsión disco similares a Dua Lipa. No obstante, la crítica apunta que las baladas intentan sin éxito dotar de mayor profundidad al álbum, donde Boone despliega una narrativa de una nueva masculinidad en canciones que homenajean a sus padres y reflexionan sobre conflictos emocionales internos.
A pesar de la controversia y críticas severas, Benson Boone emerge como un actor significativo en el pop contemporáneo, capaz de captar la atención masiva y consolidarse en un mercado competitivo. Su futuro, en gran medida, dependerá de su capacidad para equilibrar innovación musical con la exigencia crítica.
Fuente: El País