El productor musical y empresario Sean “Diddy” Combs fue declarado culpable de dos cargos federales por transporte con fines de prostitución, aunque resultó absuelto de los delitos más graves relacionados con tráfico sexual forzado y crimen organizado. El veredicto, emitido este miércoles por un jurado federal, representa una resolución parcial en un caso de alto perfil que ha sacudido al mundo del entretenimiento y la justicia penal.
Combs enfrentaba un total de cinco cargos, incluidos dos por tráfico sexual forzado y uno por conspiración bajo la ley RICO (Organizaciones Corruptas e Influenciadas por el Crimen Organizado). De haber sido hallado culpable de estos delitos, podría haber enfrentado cadena perpetua. Sin embargo, al ser absuelto de los cargos más graves, la sentencia máxima que enfrenta ahora es de 20 años de prisión, aunque expertos consideran poco probable que reciba una condena tan severa.
“El veredicto es, en términos legales, una victoria parcial para la defensa”, comentó Elie Honig, analista legal de CNN. “Combs fue condenado por delitos federales, pero evitó la cadena perpetua”.
La fiscalía argumentó que Combs lideraba una estructura criminal integrada por miembros de su equipo cercano, utilizada para manipular, drogar y forzar a mujeres, entre ellas la cantante Casandra “Cassie” Ventura, a participar en encuentros sexuales con terceros. Los llamados “Freak Offs” o “noches de hotel” eran, según los fiscales, parte de una estrategia de explotación sistemática.
Sin embargo, el jurado no halló pruebas suficientes para establecer una conspiración criminal. La ausencia de testigos clave, como excolaboradores del círculo íntimo del acusado, habría debilitado el caso de la fiscalía, según analistas.
La absolución en los cargos por tráfico sexual fue especialmente significativa. Las acusadoras, incluida Ventura, testificaron sobre años de abuso físico, coerción económica y violencia. Incluso se presentó un video de seguridad de 2016 en el que Combs aparece agrediendo a Ventura en un hotel. No obstante, el jurado no consideró que se cumpliera con los elementos necesarios para una condena por tráfico sexual, como el uso de fuerza, fraude o coerción para obtener favores sexuales comerciales.
Los abogados defensores reconocieron incidentes de violencia doméstica, pero argumentaron que estos no configuraban un delito federal de tráfico sexual. Insistieron en que las relaciones sexuales eran consensuadas y que las denunciantes buscaban beneficios económicos.
Combs fue declarado culpable de dos cargos de transporte con fines de prostitución, vinculados a encuentros sexuales organizados y financiados por él en distintos estados de EE.UU. Los fiscales presentaron registros de vuelos, pagos con tarjetas y facturas de hotel como evidencia documental que respaldaba estos hechos.
Estos cargos, derivados de la Ley Mann, requieren solo demostrar el traslado interestatal de personas con fines sexuales remunerados, sin necesidad de probar coerción. Cada uno conlleva hasta 10 años de prisión, aunque especialistas anticipan que la condena será considerablemente menor.
Tras el veredicto, el juez Arun Subramanian negó la libertad bajo fianza a Combs. En su fallo, citó la admisión de violencia por parte de la defensa y el historial de conducta delictiva incluso después de que el acusado supiera que estaba bajo investigación. “Esto evidencia un desprecio por el Estado de derecho”, concluyó el magistrado.
Combs también enfrenta un extenso frente legal en el ámbito civil. Hasta ahora se han interpuesto cerca de 70 demandas en su contra, muchas de ellas recientes, que lo acusan de abuso sexual y otros delitos. A diferencia del juicio penal, donde se requiere probar la culpabilidad más allá de toda duda razonable, en los casos civiles basta con demostrar que es más probable que no que los hechos ocurrieran como alegan los demandantes.
La sentencia por los delitos federales se programará en una fecha próxima aún por determinar. Mientras tanto, el caso deja una señal de advertencia sobre los límites de la justicia penal en casos de abuso con figuras públicas involucradas y deja abiertas múltiples batallas legales para Sean Combs.
“Cassie impulsó esta investigación, y aunque no se obtuvo todo lo que queríamos, hoy Sean Combs ha sido declarado culpable de delitos federales”, afirmó Doug Wigdor, abogado de Ventura.
La caída parcial de uno de los nombres más poderosos del hip-hop aún no termina.
Fuente: CNN