La historia reciente de la Iglesia Católica está marcada por episodios de abuso y encubrimiento, y la nueva docuserie de HBO Max, Marcial Maciel: El Lobo de Dios, ofrece un relato crudo y detallado de uno de los casos más emblemáticos.
Disponible desde el 14 de agosto, la serie consta de cuatro episodios que reconstruyen la vida de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, mediante testimonios de víctimas, entrevistas con exmiembros de la congregación, material inédito y análisis de periodistas como Carmen Aristegui, Emiliano Ruiz Parra, Jason Berry y Raúl Olmos. El último episodio se estrenará el jueves 28 de agosto.
La docuserie examina el ascenso de Maciel dentro de la Iglesia, sus métodos de manipulación, la expansión de su congregación y el impacto devastador de sus abusos en las víctimas y en la historia del catolicismo en México.
Maciel fundó los Legionarios de Cristo en 1941, a los 21 años, y rápidamente se convirtió en un referente dentro de la Iglesia por su cercanía con las familias y su labor educativa. Sin embargo, su influencia le permitió acceder a niños y jóvenes a quienes manipulaba para cometer abusos sexuales bajo la falsa excusa de “tratamientos médicos” relacionados con supuestos dolores por retención de esperma.
Durante décadas, su modus operandi se repitió, y otros sacerdotes de la congregación también participaron en los abusos y su encubrimiento. Las primeras investigaciones internas del Vaticano datan de 1956, pero los procesos fueron archivados, lo que permitió que los abusos continuaran con impunidad y con el conocimiento de altos jerarcas e incluso del Papa Juan Pablo II, quien públicamente elogió a Maciel.
Fue hasta el papado de Benedicto XVI, en 2006, que Maciel recibió sanciones oficiales, siendo obligado a retirarse a una vida de “oración y penitencia” sin juicio ni excomunión. Falleció en 2008, sin enfrentar la justicia por sus crímenes.
“El Lobo de Dios” expone un capítulo oscuro del poder y la impunidad dentro de la Iglesia Católica, ofreciendo una mirada profunda al impacto de los abusos de Marcial Maciel y a las estructuras que permitieron que se mantuvieran en secreto durante décadas.