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En un golpe audaz que duró menos de siete minutos, ladrones irrumpieron en la Galerie d’Apollon del Museo del Louvre y sustrajeron joyas históricas valoradas como incalculables. Entre las piezas robadas se encuentran un collar real de zafiros, un conjunto de collar y pendientes de esmeraldas, y una diadema que perteneció a la emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III.
El robo ocurrió apenas 30 minutos después de la apertura del museo. Dos hombres con el rostro cubierto treparon a un balcón del primer piso utilizando un monte-meubles —una especie de escalera mecánica portátil— y, tras forzar una ventana con amoladoras, accedieron a la galería. Allí destrozaron dos vitrinas antes de escapar por un camino paralelo al Sena, donde los esperaba un equipo en motocicletas.
“Parece un escenario de película, pero ocurrió a plena luz del día y frente a visitantes del museo”, señaló Ariel Weil, alcalde del centro de París.
El presidente Emmanuel Macron calificó el robo como “un ataque a nuestro patrimonio histórico” y aseguró que se hará todo lo posible para recuperar las piezas y llevar a los responsables ante la justicia. La fiscalía de París abrió una investigación inmediata, revisando cámaras de seguridad y objetos abandonados por los ladrones.
Durante la fuga, los delincuentes dejaron caer una corona de la emperatriz Eugenia, que contenía más de mil diamantes y esmeraldas, y trataron de incendiar el monte-meubles utilizado para escapar. No se reportaron heridos, aunque el personal del museo fue amenazado.
El Louvre, que recibe hasta 30,000 visitantes diarios y alberga más de 33,000 obras, cerró el domingo como medida de seguridad. Este robo se suma a una serie de incidentes recientes en museos franceses, incluyendo el robo de pepitas de oro y porcelana valiosa en septiembre.
Expertos en delitos de arte califican este asalto como “el atraco artístico definitivo” debido a la rapidez y precisión con que se ejecutó, y señalan que la vulnerabilidad del museo refleja problemas recurrentes de seguridad.
Macron anunció que la renovación de la sala de la Mona Lisa incluirá mejoras de seguridad significativas para proteger la colección del Louvre, considerada patrimonio histórico y cultural de Francia.
